
En la agricultura orgánica, el cuidado del suelo es primordial. Y para tener vitalidad y producir alimentos ricos en nutrientes, el suelo necesita nutrientes. Así como nuestros cuerpos necesitan estar bien alimentados, el suelo necesita “alimentos saludables” para producir alimentos saludables. Una opción de insumo natural para nutrir el suelo, evitando químicos sintéticos y artificiales, es la harina de ricino.
La harina de ricino es rica en materia orgánica y nutrientes como nitrógeno, fósforo y potasio, además de otros nutrientes en menor cantidad, imprescindibles para el desarrollo de las plantas. La materia orgánica ayuda a aumentar el CTC (Capacidad de intercambio catiónico, esencial para la fertilidad del suelo), mantener la humedad del suelo y para el desarrollo de microorganismos beneficiosos.
Otra característica de la harina de ricino es su poder para combatir los nematodos, microorganismos dañinos que infestan el suelo y reducen drásticamente la productividad de cultivos como café, banano, algodón, soja, entre otros cultivos.

“Aún existe en el imaginario popular la idea de que, al no utilizar productos químicos sintéticos y otros insumos tóxicos, la agricultura orgánica no tiene un adecuado manejo nutricional. Pero para obtener plantas sanas y alimentos nutritivos para las personas y los animales es necesario tener un suelo nutricionalmente equilibrado ”, explica Sheizi Naka, de Promoción y Ventas de S. Naka.
“PARA MÍ, ES UN PLACER TOMAR UN CAFÉ O CONSUMIR UN ALIMENTO CULTIVADO CON HARINA DE RICINO Y SABER QUE TUVE UN PEQUEÑO PAPEL EN ESE PROCESO”.
Sheizi Naka
Químico de formación, Sheizi apostó por una actividad profesional que le permitiera estar más cerca del campo y tener una mejor calidad de vida. “Siempre me gustó la agroindustria, pero no tuve la oportunidad de trabajar directamente en el área ”, dice.
Hoy, vende harina de ricino, un subproducto del aceite de ricino extraído de la semilla de la planta, que ha sido autorizado para su uso en agricultura orgánica por las Certificaciones IBD desde 2012.
Además de venderse directamente a las tiendas agrícolas y los agricultores, la harina de ricino se vende como ingrediente a empresas que fabrican fertilizantes organominerales y otras que hacen abono con materias primas orgánicas.